Actualmente existen en el mercado dos tipos principales de pantallas táctiles: la capacitiva y la resistiva. Aunque en ambos casos se utiliza el mismo principio para detectar las pulsaciones, los componentes que forman los distintos tipos de pantalla táctil y, sobre todo, la sensación para el usuario son muy distintos.
Desde el punto de vista del usuario, se trata de utilizar los dedos o un stylus, pero ¿cuál es la diferencia? El siguiente cuadro muestra una completa e interesante comparativa entre ambos tipos de pantalla:
Pantallas Táctiles RESISTIVAS
Técnicamente, una pantalla táctil
resistiva está formada por varias capas. Cuando presionamos sobre la
pantalla, con el dedo o con un stylus, hay dos capas que entran en contacto,
se produce un cambio en la corriente eléctrica y se detecta la
pulsación.
Las pantallas resistivas son más baratas y están
más extendidas. Aparte de su precio, la mejor resistencia al polvo o al agua ha
contribuido a su popularidad. Como el contacto se basa en la presión entre las
dos capas metálicas se puede presionar con cualquier cosa, sin embargo, el uso
de múltiples capas hace que su brillo se reduzca en, aproximadamente, un 25 por
ciento.
Uno de los principales
inconvenientes de este tipo de pantallas es su
imposibilidad para detectar varias pulsaciones, el multitouch, o los
gestos. Además, la necesidad de ejercer presión en una pantalla implica
una experiencia de usuario diferente. La respuesta del móvil parece menos
intuitiva, más lenta.
Pantallas Táctiles
CAPACITIVAS
Las pantallas táctiles capacitivas son más caras
de fabricar. Poseen un cristal impregnado con óxido de indio y estaño,
la corriente eléctrica pasa por esta capa hasta un sensor y se carga de una
determinada cantidad de electrones. La conductividad eléctrica de la
piel humana hace que varíe esta capacitancia y que genere una distorsión,
midiendo esta distorsión se puede ubicar con precisión el dedo humano.
Este tipo de pantallas pueden detectar
varias pulsaciones simultáneas o gestos, lo que permite diversas formas de
actuar con ellas. Las pulsaciones o gestos no requieren presión, basta
con deslizar el dedo para controlar la pantalla del dispositivo. Esto hace que
la impresión para el usuario sea de rapidez e inmediatez, siempre que el
sistema operativo y el programa que estemos manejando este bien
diseñado, claro está.
No son aptas para los stylus ni tampoco
se pueden usar guantes ya que son aislantes y no conducen electricidad.
En cuanto a sus limitaciones, tener que usar los dedos, menor precisión y no
detectar la presión limitan las posibilidades del software que pueden
ejecutar.