29 mar 2012

Electricidad inalámbrica

Al parece pretenden conseguir de momento en distancias de hasta un metro. Científicos del prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), fundaron en 2007 la empresa WiTricity (Wireless Electricity o Electricidad Inalámbrica), con el fin de desarrollar tecnologías para la transferencia inalámbrica de corriente eléctrica. La empresa está preparada para vender su tecnología, y los primeros productos podrían estar disponibles incluso este año.


En el siglo XVIII, el célebre científico e inventor Nikola Tesla realizó experimentos mediante los cuales aspiraba a transmitir corriente eléctrica sin necesidad de cables. Ha sido el concepto de Tesla que ha inspirado a los científicos del MIT.
En 2007, los científicos del MIT demostraron la forma en que una bombilla de 60 W podría recibir energía inalámbrica en una distancia de 2 metros, incluso si alguien intentaba bloquear el proceso interponiéndose entre la bombilla y el transmisor. En ese entonces, los científicos utilizaron un transmisor y receptor con un diámetro de 60 cm, por lo que el sistema no era adecuado para aplicaciones prácticas. Sin embargo, desde entonces los científicos han logrado reducir el diámetro del transmisor.
En 2010, los científicos lograron demostrar que la eficacia del sistema aumenta si dos o más unidades son cargadas simultáneamente. Al cargar únicamente 1 unidad, la eficacia es del orden del 20%; en otras palabras, el 80% de la energía se desperdicia. Sin embargo, al utilizar 2 unidades la eficacia aumenta al 30%, debido a que las 2 unidades fortalecen el campo magnético. Al agregarse aún más unidades, se podría llegar a una eficacia del 100%.
La transferencia inalámbrica de energía utiliza una forma de inducción magnética. Éste es un principio ya conocido y utilizado, por ejemplo, en cepillos de dientes eléctricos. También existen teléfonos móviles que pueden ser cargados colocando el aparato sobre una superficie especial. Claro está, es un sistema que funciona en distancias muy reducidas.
Los investigadores del MIT utilizan la denominada inducción resonante, que ha sido utilizada desde la década de 1960 para los marcapasos. En tal caso, la inducción resonante es utilizada para transmitir energía desde la batería, situada bajo la piel, al marcapasos, situado en el corazón. La ventaja, respecto de la inducción corriente, es que no surgen campos electromagnéticos, que podrían interferir con el funcionamiento del aparato.
Los productos ya existentes de inducción requieren, en general, que haya contacto físico entre el transmisor y receptor. En el caso de WiTricity, la empresa ha desarrollado una tecnología de carga inalámbrica, que funciona en una distancia superior a 1 metro.
WiTricity ha firmado un contrato con la empresa taiwanesa MediaTek, que desarrollará los componentes necesarios para teléfonos móviles, tabletas, controladores de juegos y otras unidades móviles. La empresa desarrolla además tecnología para la carga inalámbrica de coches eléctricos y dispositivos clínicos implantados.
Otras compañías, entre las que se cuentan Intel Intel y Sony, también trabajan con proyectos similares.
En marzo de 2011 Fujitsu presentó la primera pantalla inalámbrica del mundo. En noviembre del mismo año, Qualcomm anunció la primera prueba de recarga inalámbrica de vehículos eléctricos.

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Astrónomos estiman que la Vía Láctea tendría miles de millones de planetas habitables

 Astrónomos que buscan planetas rocosos con la temperatura adecuada para poder albergar vida estiman que podría haber decenas de miles de millones de ellos sólo en nuestra galaxia.

 

Un equipo europeo dijo el miércoles que cerca del 40 por ciento de las estrellas enanas rojas - el tipo más común en la Vía Láctea - tienen un planeta llamado "supertierra" orbitando en una zona habitable que permitiría que hubiera agua en la superficie.

Dado que hay alrededor de 160.000 millones de enanas rojas en la Vía Láctea, el número de mundos que potencialmente son lo suficientemente cálidos y húmedos como para permitir la vida es enorme.

Xavier Bonfils, del Instituto de Planetología y Astrofísica de Grenoble y el líder del equipo, dijo que la cifra del 40 por ciento estaba en el extremo superior de lo que se esperaba y que el hallazgo ponía de relieve la prevalencia de pequeños planetas rocosos.

Su equipo es el primero en calcular el número de supertierras - planetas con una masa entre una y 10 veces la de la Tierra - en estas zonas habitables, aunque investigaciones previas han concluido que la Vía Láctea está llena de planetas.

Las enanas rojas, que son pálidas y frías en comparación con el Sol, representan alrededor del 80 por ciento de las estrellas en la Vía Láctea.

Después de estudiar 102 de estas estrellas en los cielos del sur con un telescopio del Observatorio Europeo Austral en Chile, Bonfils y sus colegas descubrieron que los planetas rocosos son mucho más comunes que los gigantes gaseosos como Júpiter y Saturno en nuestro sistema solar.

Sin embargo, los mundos rocosos que giran alrededor de enanas rojas no son necesariamente lugares acogedores para formas de vida extraterrestres.

Debido a que las enanas rojas son mucho más frías que el Sol, cualquier planeta con agua líquida necesitará orbitar mucho más cerca de la estrella que la Tierra del Sol. Eso podría significar estar bañados en dañina radiación ultravioleta y de rayos-X.

Los científicos quieren observar más de cerca a algunos de los planetas parecidos a la Tierra cuando pasan frente a enanas rojas cercanas, lo que podría producir información sobre sus atmósferas y ayudar en la búsqueda de posibles señales de vida.

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