2 ene 2014

¿Cámara compacta o 'smartphone'?



¿Qué es mejor, comprar una cámara compacta o un 'smartphone'?

La respuesta es que depende de nuestros usos y de nuestras aspiraciones Millones de aplicaciones fotográficas, redes sociales, conectividad veinticuatro horas, accesorios con efecto ojo de pez… ¿iPhone S5 o Canon Powershot? ¿Qué elegimos: una cámara compacta o el último modelo en telefonía móvil del mercado? El abanico de posibilidades es muy amplio y cubre todos los gustos y necesidades. Chase Jarvis, conocido y revolucionario fotógrafo estadounidense, dijo una vez que “la mejor cámara es aquella que está contigo”. Hoy en día es interesante observar cómo millones de fotografías capturadas por el mundo entero provienen de un teléfono móvil. La causa puede quedar sintetizada en tan sólo tres palabras: simplicidad, conectividad e interactividad. A través de los dispositivos móviles podemos fotografiar, editar y compartir. Así, sin más. En un abrir y cerrar de ojos. Infinidad de aplicaciones, comúnmente conocidas con la abreviatura app, aparecen día sí, día también, en el mercado. La tienda on line de Apple actualiza diariamente su cesta de la compra con aplicaciones mientras que Google Playstore –el principal competidor de la gran manzana tecnológica con la tecnología Android– no se queda atrás. Del mismo modo que sacado del bolsillo mágico del gato cósmico Doraemon, estas aplicaciones nos permiten jugar a ser profesionales sin la necesidad de poseer grandes conocimientos en la fotografía. Y, acercándose las vacaciones, surge la pregunta del millón: ¿teléfono inteligente o cámara compacta? Si nos atenemos a aspectos meramente fotográficos, una de las mayores diferencias entre ambas reside en la óptica. Un objetivo fotográfico se compone de una combinación de lentes convergentes y divergentes recubiertos con una capa antirreflejos. El número de lentes no está prefijado. En general, a mayor número de lentes, mayor calidad de la imagen tomada, aunque también influye mucho en la calidad si los lentes son de cristal o de plástico. El espacio disponible en la cámara de un teléfono es muy escaso y, por tanto, aunque la calidad de los lentes sea la misma que en una compacta, ni el espacio entre ellos ni su número podrá igualar a los de esta. Otro efecto es el peso. Si hay más lentes o son de mayor diámetro pesan más y este es un aspecto que los consumidores consideran a la hora de comprar.

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