26 sept 2016

Geolocalización: virtudes y riesgos

Conocer la situación exacta de una persona para algunas aplicaciones es necesario, por ejemplo en mapas, pero esta información implica una serie de riesgos para la privacidad, debemos decidir cuándo usamos este servicio y cuándo no. La geolocalización consiste en obtener la ubicación geográfica de un objeto como puede ser un teléfono móvil, un coche o un una calle. Para ello se puede utilizar diferentes métodos como por ejemplo comprobar el código postal de una carta, la dirección IP de un equipo o el sistema GPS de nuestro teléfono móvil. Para obtener la ubicación geográfica aproximada de un smartphone se utiliza un sistema de posicionamiento global. El sistema está formado por una red de satélites geoestacionarios que dan cobertura a toda la Tierra. Para obtener la ubicación el dispositivo se conecta como mínimo con 3 satélites, de estos satélites recibe un identificador y la hora de cada uno ellos. El dispositivo calcula el tiempo que tarda en llegar la señal desde los satélites y gracias al retardo o delay resultante se obtiene la ubicación por medio de la triangulación. Ventajas de la geolocalización La geolocalización es una tecnología que nos ayuda a mejorar la eficiencia en muchos aspectos de nuestra vida cotidiana. Esta tecnología ofrece información en un doble sentido, nosotros como usuarios nos beneficiamos de la información que nos facilita. Muchas tareas sin esta tecnología serían más complicadas de realizar como obtener la ruta más corta a nuestro destino, o directamente imposibles como conocer el punto exacto dónde está el último paquete que hemos comprado por Internet. . Pero este flujo de información también viaja en sentido contrario, nosotros facilitamos información de manera constante sobre nuestra ubicación. Cuando publicamos en redes sociales utilizando la funcionalidad de geoposicionamiento o cuando damos permisos a una app de nuestro smartphone para acceder a nuestra ubicación estamos facilitando información personal sobre nuestros hábitos diarios relativos a rutas, lugares que visitamos o similar. Esta información generalmente es beneficiosa para ambos ya que nosotros obtenemos herramientas con las que interactuar optimizando muchas tareas y las organizaciones y desarrolladores de apps obtienen valiosa información con la que mejorar la experiencia del usuario. Algunas aplicaciones de esta tecnología son: Obtener resultados de una búsqueda basados en la ubicación. Publicidad personalizada en función de tu ubicación. Pedir ayuda en caso de emergencia, como por ejemplo un accidente Conocer la posición de una flota de vehículos. Dar a conocer en redes sociales la ubicación de una foto o un video. Analizar el comportamiento de los usuarios para mejorar la “experiencia de uso”. Realizar estudios con los que mejorar una tecnología existente o crear una nueva. Etc. Riesgos de la geolocalización Los usos descritos anteriormente y otros muchos que no hemos indicado relativos a la geolocalización, también pueden tener consecuencias negativas. Cualquier información de carácter personal puede comprometer nuestra privacidad y los datos de geolocalización son de este tipo. La geolocalización y las aplicaciones de mapas son usados más comúnmente de los que pensamos para realizar acciones delictivas. Los delincuentes utilizan estas herramientas para encontrar objetivos potenciales basándose por ejemplo en las publicaciones que hacemos en redes sociales o la información facilitada por mapas virtuales como Google Maps. Añadir la ubicación a una publicación puede poner en riesgo a personas, animales o recursos que se quiere mantener en el anonimato como bien indica este tweet en el que se avisa a los excursionistas que no indiquen la posición geográfica de los animales que verán ya que los cazadores furtivos pueden utilizar esa información. Información facilitada de manera voluntaria Aplicaciones y redes sociales en muchas ocasiones solicitan permiso para acceder a nuestra ubicación y nosotros sin pensarlo dos veces lo permitimos ya que únicamente queremos acceder cuanto antes a la app. Esta información que facilitamos de manera voluntaria es almacenada y analizada por organizaciones como Google o Facebook generalmente para mostrar publicidad personalizada, aunque pueden darle otros usos más creativos. Esto puede ser considerado una invasión de la privacidad pero somos nosotros los que permitimos esta invasión cuando aceptamos sus condiciones. En otras muchas ocasiones somos nosotros mismos los que facilitamos nuestra ubicación. Cuando publicamos en cualquier red social una foto o un video con la ubicación, la ruta que hemos hecho entrenando, etc. es información personal que puede ser usada en nuestra contra. Por ejemplo si publicamos todos los días la ruta que hacemos entrenando cualquier persona con acceso a nuestro perfil podría saber dónde estaremos y a qué hora en un futuro. Información facilitada de manera involuntaria También hay veces en las que facilitamos información personal sobre nuestra ubicación sin nosotros saberlo, este es el caso de los metadatos en imágenes y videos. Los metadatos es información que va unida a un archivo y en la que se detallan diferentes aspectos del mismo entre ellos la ubicación. En algunas ocasiones los videos y fotos que hacemos y publicamos en redes sociales llevan consigo metadatos con los que se puede obtener la ubicación exacta de dónde fue tomada. Por ejemplo subir a Internet esta imagen no muestra de ninguna manera dónde fue tomada ya que es imposible localizarlo por los elementos que la componen. Pero si buscamos en los metadatos podemos ver donde fue tomada con una exactitud muy alta. Algunas redes sociales eliminan los metadatos de manera automática pero otras no por lo que borrarlos antes de hacer una publicación es una práctica muy recomendable. Para borrar los metadatos en Windows haz clic derecho sobre el archivo o grupo de archivos y selecciona “Propiedades”. A continuación selecciona la pestaña “Detalles” > “Quitar propiedades e información personal”. En la nueva ventana llamada “Quitar propiedades” seleccionamos la opción “Quitar las siguientes propiedades de este archivo” y seguidamente seleccionamos el botón “Seleccionar todo” y “Aceptar”. Para borrar los metadatos de una imagen desde un dispositivo Android descargaremos la app Photo exif editor que permite borrar tanto los metadatos de geolocalización como los metadatos EXIF que muestran información de la cámara y dispositivo con que fue tomada. Una vez descargada la ejecutamos y seleccionamos el botón fotos. Una vez dentro podemos seleccionar cualquier imagen para comprobar que efectivamente tiene metadatos. Para borrar los metadatos de una o varias imágenes seleccionamos las que queramos y a continuación seleccionamos el botón abrir y seguidamente el botón Exif. En el nuevo menú que se mostrara seleccionamos todas las casillas y hacemos tap en el icono con forma de disquete. Una vez hecho esto todos los metadatos de las imágenes seleccionadas serán eliminados como muestra la siguiente imagen. Los metadatos de las imágenes o videos referentes a la geolocalización no existirían si el GPS del teléfono está desactivado por lo que inhabilitándolo se elimina el riesgo de subir archivos con metadatos de geolocalización. Para deshabilitar la geolocalización de tu dispositivo Android accede a Ajustes > Ubicación y deshabilita la funcionalidad. Para deshabilitarla en iOS dirígete a Ajustes > Privacidad > Localización. Conclusión Las funcionalidades de geoposicionamiento pueden ser muy beneficiosas para nosotros los usuarios pero también pueden conllevar riesgos que tenemos que valorar y conocer antes de utilizar este tipo de tecnología. Está en nuestra mano cuidar la privacidad controlando lo que publicamos en redes sociales y los permisos que damos a las aplicaciones que instalamos en nuestro teléfono.

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